Entrevista a Rafael Cañadilla Moyano, autor de «El Último Principio»
EntrevistasLiteratura 17 enero, 2022 editoralia 0
¡Hola, Rafael! Estamos deseando hablar contigo sobre tu nueva novela El último Principio (editorial Letrame). Esta fascinante obra nos narra el hallazgo de tres papiros escritos en griego antiguo en unas cuevas del Mar Muerto. José Tomás, un profesor jesuita de la Facultad de Teología de Granada, se hace con ellos y crea una hipótesis que podría desestabilizar las bases del cristianismo. Cuando su vida se ve amenazada, lega los escritos a su alumno Álvaro Estrada. El joven se ve envuelto en una trama de crímenes y de persecuciones en la que vivirá una experiencia que cambiará su vida para siempre.
¡Ha sido imposible dejar de leer este libro! ¿Cómo surgió la idea de escribir la historia de los papiros de Qumrán?
En realidad, siempre me atrajo el descubrimiento del Pentateuco y los libros más sagrados del judaísmo y la cristiandad en las cuevas cercanas al Mar Muerto en 1947. Un descubrimiento casual que corroboró la tradición escrita de más de dos mil años. Una maravillosa sorpresa de la historia que no suele ser muy frecuente y que nos obliga a tener en cuenta la tradición, tanto oral como escrita.
Los papiros que se encuentran en el Mar Muerto datan del I d. C. Esto explica que a lo largo de la obra nos encontremos con diversas referencias y personajes históricos. Cuéntanos, ¿de dónde proviene ese gusto por la historia?
Creo que tuve mucha suerte. Desde mi infancia, la historia me la presentaron como un relato lleno de detalles curiosos de cada época, que, además, se parecía mucho a cualquier serie de hoy en día de televisión, y que son capaces de atraparnos sin remedio. Mi profesor principal fue mi abuelo paterno, que desde el primer momento hizo posible que tuviese una visión muy particular sobre el pasado.
El último Principio es una novela de intriga con una trama muy bien elaborada. Como tú mismo afirmas en el prólogo, pese a ser ficción, hay muchos datos históricos contrastados y verídicos en los que se sustenta. ¿Cómo fue el proceso de investigación para crear la obra? ¿Te supuso un reto a la hora de escribir?
La verdad es que no me planteé nunca que el escribir esta novela fuera un reto. Sí es cierto que tuve muchas horas de investigación y trabajo. Pero no me supuso demasiado esfuerzo porque, una vez que me metí en la piel de los personajes, todo fue fluyendo de forma natural. Intenté sentir y vivir lo mismo que ellos experimentaban.
El Último Principio es un elemento muy recurrente en la historia que da también título a la novela. ¿Qué idea presentan estas palabras? ¿Qué importancia tiene el hecho de que sea José Tomás el primero en mencionarlas?
El título quizás pueda parecer un juego de palabras escogidas, que da la sensación de un anuncio que encierra una sorpresa complicada y entretejida. Pero la realidad de por qué ese título es muy elemental. La idea de la novela es partir desde el presente hacia atrás en el tiempo, investigando los hechos contrastados históricos y científicos, para avanzar, lo más posible, hacia el principio de todo. De hecho, este será el leitmotiv del protagonista durante toda la obra. Las palabras del título, en boca de José Tomás, son una casualidad que envían un mensaje, o profecía, al inquieto protagonista.
Uno de los factores clave de la obra es la dicotomía entre la ciencia y la fe presente en el personaje de Álvaro. ¿Crees que solo aquello que se puede explicar es real? ¿Cómo afecta la experiencia que vive en su visión del mundo?
Lo que se puede explicar es tan real como lo que no puede explicar el método científico. Todo es una misma realidad que está complejamente entrelazada. Que el método científico nos limite para avanzar en su conocimiento, no quiere decir que otro tipo de herramienta no pueda hacerlo. En concreto, hablamos de la fe. Pero no de una fe en el sentido religioso, sino en la creencia y convencimiento de que algo puede ser alcanzado y conocido mediante la imaginación. Son palabras de Albert Einstein: «La imaginación es más importante que el conocimiento». El protagonista mantiene una postura gnóstica desde el principio, aunque sufre en sus carnes hechos inexplicables que le hacen tener una visión contrapuesta de la realidad.
Laura es la exnovia de Álvaro. El joven acude a ella en busca de ayuda cuando se ve perseguido. ¿Qué punto de inflexión supone para el protagonista?
Álvaro eligió su vocación científica antes que mantener una relación amorosa con Laura. El hecho de tener que volver a pedirle ayuda es algo que jamás se hubiera imaginado. Ahora llega a tocar fondo, porque no hay nadie en quien pueda confiar, y le toca esperar la reacción de ella.
Un componente clave para el argumento del libro es el Colisionador de Hadrones. Sin hacer spoilers, ¿podrías contarnos un poco más sobre él?
Al estudiar física, es inevitable no topar con el Colisionador de Hadrones. Se trata del intento de la ciencia por reproducir las condiciones iniciales del universo, de reproducir el famoso Big Bang, el origen de todo. Se hace colisionar partículas lanzadas a una velocidad cercana a la de la luz en los detectores y se graban esos choques para luego analizarlos. Con ello se intenta averiguar cómo se originó nuestro universo; en definitiva, descubrir el Último Principio. Algo que le interesa mucho a nuestro protagonista.
Otro elemento de vital importancia es Verne. Este ordenador cuántico consigue descifrar el misterio de lo que ocurre con Álvaro. Es, además, el primer ordenador de la historia que logra detectar algo así. ¿Hasta dónde crees que puede llegar el conocimiento gracias a esta informática moderna?
Imagino que puede suponer algo parecido a cuando la humanidad descubrió la energía eléctrica. Un avance exponencial en todos los campos, aunque sospecho que será mucho más importante por la diferencia tan abismal que existirá con todo lo que tenemos hasta ahora.
En la novela, la vida de todos los conocedores de la hipótesis de José Tomás respecto a los papiros corre peligro. Esto se debe a que es bastante impactante y podría cambiar los cimientos sobre los que se asienta la religión cristiana. Confiésanos, ¿crees que, como ocurre en tu libro, la Iglesia esconde secretos que no se han mostrado a la humanidad? ¿Hay alguna teoría que te haya inspirado para narrar la obra?
Sinceramente, creo que pensar en misterios ocultos por parte de la jerarquía eclesiástica es contribuir a dar demasiada importancia a una institución que, en definitiva, se beneficiará de ese «guardar secretos» para manipular, ya que habrá millones de personas dispuestas a imaginar sin límite, atribuyendo a la Iglesia un poder que no le beneficiará a la hora de predicar la verdad. Y la verdad es la que nos hace libres. No creo que en realidad haya secretos de tanta importancia y trascendencia.
La única teoría que me ha inspirado es la de intentar buscar la verdad, filtrando mitos, supersticiones y miedos que han atenazado, durante cientos de años, a los creyentes.
Es bien cierto cuando decimos que publicar un libro no es sencillo. Sin embargo, tú cuentas ya con tres novelas en el mercado: El Susurro de los Dioses (Ediciones Atlantis, 2010), la antología de relatos junto con más autores Un paraguas contra la crisis (2012) y, la más reciente, El Último Principio (editorial Letrame, 2020). ¿Qué diferencias has notado entre escribir una novela y un relato? ¿Sientes que es más personal escribir un libro por cuenta propia? ¿O cualquier texto de un escritor siempre es personal, independientemente de donde se publique?
La diferencia entre novela y relato, para mí, es casi lo mismo. Da igual la extensión que tenga, porque la imaginación y libertad de escribir es la misma en el relato que en la novela. Supongo que sí que habrá diferencia entre un ensayo o un artículo. En la novela la capacidad de investigar e imaginar no tiene límites. Puedes extenderte lo que creas conveniente. Te invade una sensación de libertad y creación difícil de explicar. Por el contrario, en un relato la limitación es la norma.
Imaginamos que habrás tenido que empaparte de muchas lecturas para escribir esta obra. ¿Cuáles son tus autores literarios de referencia? ¿Tienes algún género específico que disfrutes particularmente?
En novela histórica, Santiago Posteguillo. Me apasiona. También, Simón Scarrow es muy ameno. Kent Follett es otro autor que me gusta leer. A Ildefonso Falcones también le he leído. Pero en novela negra, me encanta James Patterson.
Especialmente disfruto con la novela de ficción histórica, porque se cruzan la verdad de los hechos históricos con la imaginación de cómo pudo ser realmente el personaje. Y lo que más me seduce es que hechos y personajes sean cronológicamente ciertos.
Antes de terminar la entrevista, ¿hay alguna cuestión qué te gustaría compartir con tus lectores que no hayamos abordado?
Sí, la más increíble y polémica a la vez: la hipótesis que se expone en la novela sobre la inmortalidad. Un estudio basado en los últimos descubrimientos de la física cuántica y que, con el tiempo y el avance de la ciencia, puede que se confirme de una manera irrefutable. Actualmente, la ciencia está muy cerca de ello.
¡Muchas gracias por todo, Rafael! Esperamos que tengas mucho éxito con esta maravillosa novela. El Último Principio ya está disponible en las librerías.
- Nombre: Rafael Cañadilla Moyano
- Obra: El Último Principio
- Género: ficción histórica, ciencia ficción
- Sinopsis: El protagonista de la novela, Álvaro Estrada, es un joven físico nuclear, obsesionado por encontrar una explicación coherente al origen del Universo. Un misterio que siempre se resistió a la curiosidad del ser humano. Al finalizar el doctorado en física cuántica, sin encontrar resultados satisfactorios, comienza a explorar otros campos distintos a la física. Tras un tiempo, le ofrecen participar en el estudio de unos papiros hallados, recientemente, en las cuevas del Mar Muerto. A partir de ese momento, la hipótesis de un experto sobre el origen de los papiros, provocará que el protagonista se vea inmerso en una escalada de persecución y crímenes que desembocarán en un final inesperado.
- Biografía: Tuve la suerte de nacer en una de las ciudades con más historia del mundo. Nací en Córdoba y mi abuelo paterno se ocupó de transmitirme su pasión por la historia. Recorrí con él las ruinas de Medina Azahara, donde me explicaba, in situ, todos los detalles sobre la construcción del formidable palacio. La Mezquita de Córdoba, la Sinagoga, el barrio de la Judería, etc. eran mi lección de historia del fin de semana. Posteriormente, realicé estudios de filosofía e historia en Granada y Córdoba. Con el tiempo, me aventuré a escribir lo que mi mente imaginaba a la luz de los conocimientos que iba adquiriendo sobre ciencia e historia. En 2010 publiqué El Susurro de los Dioses. En 2012, participé en una serie de relatos cortos, con varios autores más, en Un Paraguas Contra la Crisis. Y recientemente he publicado El Último Principio.
- Redes sociales del autor: Facebook, Instagram
Disponible en: Amazon, Agapea, Casa del Libro, Librería de la U, Gonvill Librerías, Waterstones
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