

Al cerrar los ojos, de Chus Hevia
Reseñas 10 junio, 2015 editoralia 0

Cuando, en 1936, se publicó el posterior éxito editorial y cinematográfico, Memorias de Africa de Isak Dinesen, una conocida crítica literaria escribió en el New York Time: «Puedes escribir mejor o peor. Puedes describir escenas, personajes y contar una historia en cuyas páginas el lector se sienta reflejado. Puedes ser bueno. Puedes vender muchos libros, pero lo único que no podrás inventar jamás es la pasión irrefrenable que lleva la vida al éxtasis: el amor que lo puede todo, incluso, con Africa».
Independientemente de este juicio, siempre ha habido un hábito que la crítica y los lectores (o parte de ellos) han detestado y en consecuencia condenó al fracaso a una incontable cantidad de escritores: la impostura. Esa falsa postura frente a situaciones que ni siquiera la buena narrativa puede reproducir, es una sensación que está en la piel o en el entorno, que se ha vivido y la literatura, como herramienta necesaria, nos ayuda a reproducir. Algo de eso se decía sobre Cien años de soledad, referente a que era la obra más universal del mundo gracias a que García Marquez era colombiano. Dicho de otro modo: gracias a ese contexto en el que el realismo mágico se mueve y vive.
Si me permito esta introducción se debe a que quiero hablar de Al cerrar los ojos¸ de la española Chus Hevia. Una novela escrita por una escritora novel que a falta de experiencia en el mundo de las letras, logra construir un libro repleto de pasión y solvencia.
Al cerrar los ojos habla de la vida de Jane y Marc, dos jóvenes que se conocen por casualidad y entre ellos nace una relación primero de amistad y luego de amor y pasión, conscientes de que su amor es un amor imposible e inalcanzable y cada vez se les va a hacer más duro y difícil enfrentar sus vidas cotidianas. Una historia de amor en estado puro que obliga al lector a devorar página a página acaso porque ambos protagonistas, y sus mundos, son iguales a los suyos y encontrarás en ellos un espejo donde mirarse.
Con capítulos alternos sobre la vida de Jane y de Marc, la narración los va tejiendo y en ese telar se construye una historia efervescente con ciertas reminiscencias de la novela victoriana (en la trascendencia, a lucha incontestable contra los elementos, la pasión) que sumerge al lector en una dulce borrachera literaria. Sin embargo, Al cerrar los ojos, no padece los excesos típicos del género muchas veces denunciado como pedantería golosa o tópicos. No, Al cerrar los ojos, no le sobra nada, es una radiografía de las relaciones amorosas de cualquier época, siempre difíciles, mediadas, que deben atravesar una infinidad de obstáculos para, como Jason, llegar al lugar al que todos llamamos felicidad.
Decía al principio que la novela de Chus Hevia enamora a primera vista y eso es así, lo es, evidentemente, porque la propia autora se enamoró de su obra, la mimó, la cuidó hasta el extremo porque en ella, como Isak Dinesen (cuyo seudónimo fue Karen Christence Blixen-Finecke), habita la inmensidad del amor. Y fue capaz de plasmarla.
Libro: Al cerrar los ojos (editorial Círculo Rojo)
Páginas: 178
ISBN: 978-84-9076-883-9
Formatos: Tapa blanda: 14,95 €
Tamaños: 15x21cm
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