Reseña de «Las ciudades de Irma» de Petra Dindinger

Una vida llena de pérdida, sufrimiento y superación. Una Alemania sumida las imposiciones del canciller del III Reich. Y una lucha por la independencia personal siendo mujer.

Esta es la premisa de la nueva novela de la escritora Petra Dindinger, Las ciudades de Irma, publicada por la editorial Tregolam.

La obra se sitúa en la Alemania de los años 20 hasta principios de los 40. Nos cuenta la historia de Irma Biermann, una chica de Sajonia de familia humilde. Criada en una pequeña casa junto a sus cinco hermanos, muy pronto se da cuenta de la importancia de los estudios y las metas para salir de la pobreza.

Así, con el apoyo de su familia, especialmente el de su abuela Amalie, con quien mantiene un vínculo muy especial, decide marcharse a Chemnitz. Allí comienza a trabajar como sirvienta para una familia de clase acomodada.

«“Niñas, futuras mujeres de nuestra amada Sajonia libre, es vuestro deber esforzaros más para ser ejemplo de la nación entera. Tenéis que ser estandarte y modelo del buen hacer, levantar la nación ahora tras el fin de la guerra. Estamos en 1920 y tenemos que recuperar el bienestar de antes. Sois vosotras las responsables del éxito o del fracaso de la gran labor reconstructora”».

A partir de ese momento, Irma vivirá distintas situaciones que la llevarán a diferentes ciudades, como Leipzig o Hamburgo. En su recorrido conocerá a muchas personas con las que irá aprendiendo a enfrentarse al mundo. Un ejemplo es Theodora Schmidt, directora de la Federación de Asociaciones de Mujeres Alemanas en Leipzig. Esta mujer le abrirá el paso a la universidad y a los valores más positivos de la República de Weimar, justo tras la pérdida de la libertad con la subida de Hitler al poder. O Erich Dindinger, el misterioso hombre del tranvía donde viaja y su gran amor.

La autora refleja las dificultades de la figura de la mujer en una sociedad reinada por la ideología nacionalsocialista en el país. Asimismo, presenta el desconcierto, el miedo y la impotencia de toda aquella población contraria a esta, así como la división de la sociedad por este motivo.

«Quería olvidarme del ruido político, pero era difícil. Me acosté más pronto que de normal, no tenía ganas de leer, estaba intranquila. Al rato me despertó el ruido de unas botas sobre los adoquines de la calle. Medio atontada, me levanté para ver a través de la ventana qué pasaba, vi andar aprisa a esos paramilitares de la SA que desde el incendio del Reichstag en Berlín parecían una plaga, ocupando calles y plazas. Volví a la cama. Al fin y al cabo, para mí no había ningún cambio. Seguía siendo planchadora, y gracias».

La novela trata temas como el arraigo y el apoyo familiar, la independencia y la búsqueda de la identidad personal, el feminismo, la fuerza del amor, a pesar de la distancia, y la unión para superar los momentos difíciles.

Petra Dindinger acerca a los lectores a un relato muy personal, como es la historia de su madre, de una manera tierna y profunda. Su talento narrativo reside en la capacidad de expresar los sentimientos y los pensamientos de los personajes. Unos personajes que nos muestran la otra cara de la sociedad alemana de principios del siglo XX.

«Mientras lavaba a los enfermos solía prohibirme pensar en otra cosa que en los cuerpos maltrechos, en las ojeras y pieles desgastadas de los ancianos. En los ojos cansados, en los repliegues junto a los ojos, en las barbas grises y los rostros necesitados de un afeitado. Cuando me tocaba el pabellón infantil todo era diferente. Allí estaba presente la esperanza del futuro».

Esta preciosa historia invita a los lectores a recordar una de las épocas más oscuras de la historia mundial desde el punto de vista de una mujer inocente y valiente. Una mujer que nos da una gran lección: por más lúgubre que sea el camino, siempre hay lugar para la esperanza.

Os invitamos a conocer Las ciudades de Irma, ya disponible en librerías.

• Nombre: Petra Dindinger
• Obra: Las ciudades de Irma
• Género: drama histórico
• Sinopsis: Irma nació en un humilde hogar de Sajonia. Creció con la ambición de acumular saberes, cuando menos, los mismos que su maestro de escuela. Muy pronto se dio cuenta de que para salir de la pobreza había que estudiar mucho y tener metas. No quiso ser como su madre, que se conformaba con su vida, ni ser tan depresiva como su padre, que llevaba los papeles y cuentas de la estación de Olbernhau. El destino la confrontó con duras pruebas en Chemnitz, que hicieron que huyera a Leipzig. Allí conoció a una mujer muy importante que le abrió el camino hacia la universidad y a los mejores valores de la República de Weimar, justo cuando la libertad se truncó con la subida de Hitler al poder. El amor y la situación del país la empujaron al momento más oscuro de su vida. Recuperada, volvió a su profesión en el hospital universitario y llegó a Hamburgo, donde la esperaba la Segunda Guerra Mundial con su Operación Gomorra.Las ciudades de Irma refleja los años veinte, treinta y comienzo de los cuarenta de una Alemania entre crimen y castigo político, de manera sencilla y comprensible, tal como es su protagonista.
• Biografía: Concebida durante un permiso de la Wehrmacht y el bombardeo de la ciudad de Hamburgo, vi la luz en un lugar perdido entre fronteras. Dos años después me devolvieron a la ciudad portuaria, donde crecí sin darme cuenta de las miserables circunstancias de la posguerra. La mano del destino me empujó a España a los veinte años. Escribí larguísimas cartas a mis familiares, contando mis vivencias, aventuras y desventuras en un pueblo costero de Levante.
  Plasmaba mis inquietudes en versos galardonados y con mi primera novela, La barrera, gané el Premio Ciudad de Irún en 1982. El torbellino de acontecimientos me robó tiempo y calma para la escritura. Trabajaba dos terceras partes del día en un negocio familiar, crie a mis dos hijos y no fue hasta alcanzar la jubilación cuando pude volver a dedicarme a las letras. Tuve la suerte de encontrar a Rosario Raro y a Pasqual Mas con sus talleres de escritura creativa en la UJI de Castellón. Ambos profesores me alentaron a escribir Eternos, mi libro de relatos históricos publicado por la editorial Acen. Desde entonces, he acumulado un sinfín de relatos publicados y otra novela, El enmarcador, a la que sigue la presente obra, Las ciudades de Irma. También se publicó mi traducción del libro de haikus La soledad encendida, así como mi colaboración en el libro de poesía Comprometer la tinta.
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