Entrevista a Daniel V., autor de «La paradójica dimensión 89»
CulturaEntrevistasLiteratura 10 noviembre, 2021 editoralia 0
Hola, Daniel. Muchas gracias por atendernos para charlas sobre la publicación de La paradójica dimensión 89. Este libro publicado por la editorial Tregolam es tu primera obra de relatos en los que el hilo común que los une es la dimensión 89, un universo de realidades donde solo acceden aquellos que han trascendido a su propia existencia y que deberán arriesgarse a perderlo todo por conformar una nueva realidad que deseen, incluso si ello implica desaparecer para siempre.
Este tipo de obras siempre nos fascinan por la complejidad que presentan. ¿Cómo se te ocurrió la idea de escribir el libro La paradójica dimensión 89?
Para ser preciso, este libro en verdad es parte de una obra más grande que estamos desarrollando mi hermano y yo. Comenzamos a trabajar en un juego de cartas, pero, debido al encierro de la pandemia, tuvimos que poner en pausa ese proyecto. Luego, decidí darle más características a ese mundo que estábamos creando, pero no quería hacerlo de una forma plana o secuencial, por lo que me propuse hacer un conjunto de cuentos que, al leerlos, dieran una visión más completa del concepto de la dimensión 89.
Como hemos mencionado, la obra es un compendio de relatos que se complementan entre sí. ¿Cuál fue el primero que escribiste? ¿Cómo decidiste cuál sería el orden para hilar todos ellos?
El primero fue «I. Lavrov, la Cosmonauta de la NURSS». Mi objetivo era hacer un relato en una distopía espacio temporal en el que se pudiera ver a alguien entrando en la dimensión. Inicialmente el cuento no lograba entregarme lo que quería, pues sentía que poner las características de esta distopía de forma explícita era demasiado forzado, de ahí que decidiera darle un formato en el cual el lector descubra las características de dicha realidad a través de un documento. Cada uno de los cuentos devela una característica de la dimensión, por lo que determiné que debían estar desconectados, ya que en sí la principal característica de la dimensión es que se conecta a universos diversos.
Pese a que los relatos de la obra comprenden distintos géneros literarios, como relatos breves, cuentos, diarios o incluso un expediente, sin duda la más extensa es la pieza teatral que da sentido al volumen. ¿Por qué decidiste aventurarte a utilizar distintos tipos de género para escribir este libro? ¿Con cuál de ellos te sentiste más cómodo?
Traté de utilizar los tipos de género como una herramienta para diferenciar los universos. Cada relato está escrito pensado de una forma distinta, visualizo cada universo con su propia estructura de realidad, por lo que me era natural pensar que cada uno debía tener una forma distinta de narrarse.
Respecto a cuál me hace sentir más cómodo, creo que una vez que visualizo la historia ya viene con el estilo de relato incluido. En base a esto, la forma en la que se narran los cuentos la considero una obligación, ya que es una característica intrínseca de los mismos.
En relación con la pregunta anterior, hemos observado que usas en varios de ellos la segunda persona del singular, lo cual implica por completo al lector en la trama del libro. Además, en el relato de «Menes, el gato en la caja» creas un juego de voces espaciotemporales muy interesante. ¿Cómo ha sido el proceso de alternar el estilo en cada uno de los relatos? ¿Con qué voz te sientes más a gusto?
Traté de darle a cada relato su identidad, y, en este caso, cuando selecciono la segunda persona del singular lo considero parte de la narración. De hecho, intento convertir al lector en el personaje principal, enfrentándolo al conflicto planteado. Para el caso de Menes, buscaba crear una estructura de función recursiva como la de la factorial, del tipo: f(0) = 1; f(n) = n*f(n-1). Le di varias vueltas a la idea, y finalmente resultó ser un cuento bastante corto, pero que igualmente considero interesante. Como me pasa con el tipo de relato, siento que cada cuento tiene una sola forma correcta de ser contado, y esa forma incluye la voz. Cualquier cambio en la voz resultaría en otro cuento que, seguramente, resaltaría otros matices distintos.
La dimensión 89 es un lugar tan abstracto que resulta inquietante imaginarla, pues es difícil visualizarla en nuestra consciencia. Aunque al final del libro se explica exactamente en qué consiste dicha dimensión, ¿podrías adelantarnos un poco en qué se fundamenta? ¿Cómo lograste crear ese espaciotemporal tan intangible para la mente humana? ¿Por qué decidiste darle ese nombre?
El concepto de la dimensión se generó en una discusión con mi hermano respecto a una paradoja conocida: si hay un individuo X soñando con un mundo vasto y complejo, y dentro de este mundo hay alguien al que llamaremos individuo Y, el cual está a su vez soñando con el complejo mundo de X. ¿Sería para nosotros posible determinar quién es el que realmente sueña? A priori nos sería imposible, pero, posteriormente, cuando uno de los dos despierta, podemos entender que este sería el individuo real. Es decir, existen dos mundos, pero solo uno es real.
Respecto al número 89, hay varias corrientes que plantean que el 9 es el número místico por excelencia, ya que en él se puede representar el mundo. También podemos ver que el 8 es un mundo al que le falta algo, ese 1 que puede representar el ser. Así que, en sí, el 89 es la conjunción entre dos universos, uno incompleto y otro completo.
Dago, El ludópata, Menes, Karel, Lucy, Segunda o Fira son algunos de los personajes del libro que logran acceder a esta dimensión. Todos ellos son muy diferentes entre sí, pues entre ellos encontramos a un vagabundo, un preso, un gato, dos robots, la reencarnación de la luz o una criatura oscura. ¿Por qué decidiste utilizar esta variedad para tu novela? ¿Qué perfil te costó más crear?
Quería generar una variedad de personajes que fueran muy distintos entre sí, ya que esto también es un reflejo de la característica de la dimensión. Cualquiera que trascienda a su realidad y tenga la voluntad para jugarse su mundo, tendrá acceso a la dimensión 89. Por supuesto que el mayor reto fue crear a los personajes de la obra de teatro, pues debes imprimirles su personalidad solo a través de sus diálogos, y estos a su vez deben ser coherentes.
En la obra de teatro «Karel, el testigo de la humanidad», los androides Karel y Lucy son los únicos capaces de tener conocimientos y sentimientos, respectivamente. La moraleja final es que estos no pueden vivir el uno sin el otro, al igual que les ocurre a los androides. ¿Qué otras enseñanzas implícitas crees que podrían impactar a los lectores?
Cuando leo el cuento de Dago siempre me viene a la mente el hecho de que no es una persona que es apartada de la sociedad por consumir drogas autodestructivas, sino que es una persona que consume su vida porque no puede adaptarse a la sociedad o, simplemente, la sociedad no lo acepta.
Me gusta creer que, en el caso de Menes, estoy mostrando que la grandeza de lo que hacemos siempre se inicia con pequeñas acciones, y desde ellas podemos construir cosas maravillosas. Primero nos focalizamos en aquello que podemos lograr, y paso a paso podremos alcanzar cosas que ni siquiera imaginábamos.
Nos ha llamado la atención que en dos de los relatos aparezca Dios o el creador, y que en ambos los personajes intenten alcanzar su posición. Esta idea se encuentra a lo largo de la obra, ya que los personajes se enfrentan a su destino con la intención de cambiarlo. ¿Cómo crees que se proyecta este hecho en la crítica a la ciencia que pretende conseguirlo? ¿Cómo crees que afectarían estos hechos si sucedieran en la vida real?
Desde mi punto de vista, una deidad es la forma en que tratamos de explicar aquellas cosas del mundo que no entendemos, puesto que, si les damos un nombre y una forma dentro de nuestro imaginario, nos es más fácil lidiar con ellas. Por eso, en sí la ciencia es una forma que, a base del estudio, la humanidad va llenando el lugar de Dios o el creador.
Por ejemplo, hay dos formas de afrontar el fallecimiento de un ser querido. Podemos decir: «Era el plan del Señor» o aceptar que «Así es la vida». En ambos casos debemos lidiar con ello, porque siempre habrá cosas que, por más racionales que seamos, de todas formas, no podremos comprender.
Siempre querremos luchar contra ese destino que percibimos como injusto, por lo que, de una u otra forma, todos queremos ser aquel que pueda controlar su destino para no tener que lidiar con aquellas cosas que nos resultan difíciles de aceptar. En mayor o menor medida, todos tramos de ser nuestro propio dios, y seguramente fallamos y fallaremos en nuestro intento.
Sabemos que para un escritor esta pregunta resulta siempre muy difícil, pero sentimos mucha curiosidad: ¿cuál es tu relato favorito?
Me gusta la forma en la que está escrito el de Dago. Siento que los elementos son los correctos, y, sin llegar a ser muy extenso, logra transmitir las principales ideas de la Dimensión 89. Sin embargo, aun cuando no estoy tan conforme con el resultado, ya que en sí mismo es una contracción de una propuesta mucho más larga, me gusta el relato de Segunda, ya que lo siento como mi propia versión del cuento del Patito Feo. Un concepto simple, pero poniendo énfasis que lo importante no es como te perciba el mundo, sino ser aceptado por quien realmente eres. Y normalmente aquellos que te aceptan de esa forma, son también, quienes más te quieren.
Como ya hemos mencionado, esta es la primera vez que publicas. Debe ser una experiencia emocionante y satisfactoria. Cuéntanos, ¿cómo ha sido el proceso? ¿Qué es lo que más has disfrutado?
En primera instancia, escribir y ser leído es algo realmente satisfactorio, ya que uno escribe la mitad y la otra mitad la completa el lector, así que uno nunca sabe en verdad cual es el resultado final de una obra. Es una especie de contrato o conversación entre dos mentes separadas en el tiempo y el espacio. Es algo que considero maravilloso, por lo que poder publicar el libro me entrega la satisfacción de saber que existe la posibilidad de ser leído por personas que nunca has conocido, que seguramente darán una interpretación totalmente distinta a los relatos y que, al pasar el tiempo, podrá ir variando aún más. Esto, desde mi muy particular punto de vista, es algo muy cercano a la trascendencia del ser. En resumen, publicar este libro me hace sentir que puedo llegar a trascender a mi propia existencia y me anima a seguir intentando publicar alguno que otro más.
Uno de los géneros más difíciles de escribir, en nuestra opinión, es la ciencia ficción, por lo que seguramente habrás leído bastantes libros de este tipo. ¿Te has inspirado en alguna obra para desarrollar la trama de La paradójica dimensión 89? ¿Cuáles son tus autores de referencia de este género?
El relato más largo del libro es mi forma de homenajear a Karel Capek y su obra R.U.R. Está de demás decir que mi primer relato sobre robots debía ser escrito como una obra teatral y que encontré muy natural extender la idea sobre qué pasaría con los robots una vez que ya no existan los humanos.
Me gusta la ciencia ficción como una herramienta para proyectar el mundo actual y construir realidades que escapan de nuestra actual comprensión.
En general, apenas vemos algún nuevo descubrimiento científico. Nuestras mentes vuelan por los aires, sin ni siquiera llegar a comprenderlo por completo, creando escenarios improbables y fascinándonos con maravillas inalcanzables.
Para terminar, ¿hay alguna cuestión qué te gustaría compartir con tus lectores que no hayamos abordado?
Las ilustraciones del libro las realiza mi hermano Christian, al que, como a mí, le gustan las historias y narraciones que escapan de lo común. Tiene varios proyectos en desarrollo que se pueden visitar en su página web: https://www.viiiyixlabs.com/. Si bien sus temáticas son muy diversas, en general sus trabajos apuntan al existencialismo y a la búsqueda de respuestas sobre la naturaleza del ser. Muchos de esos trabajos se cruzan con la dimensión 89, ya que todos ellos son parte de un universo elaborado, el cual suele escapar a sus propios creadores.
¡Muchas gracias por atendernos, Daniel! Te deseamos muchísimo éxito con tu primera novela, La paradójica dimensión 89, ya disponible en las librerías online.
- Nombre: Daniel V.
- Obra: La paradójica dimensión 89
- Género: ciencia ficción
- Sinopsis: Si es que en verdad existe un enemigo con el cual luchar, seguramente a ese enemigo lo llamaríamos destino. Y es que, ¿Cuántas veces nos hemos enfrentado a lo ineludible, solo para darnos cuenta de nuestra propia impotencia? No somos protagonistas ni siquiera de nuestra propia historia, mucho menos incidimos en como ésta termina, ya que, no tenemos la suficiente voluntad como para poder cambiarla.
Pero, no tiene por qué ser así…
Para todos aquellos que han caído en la desesperación existe un lugar llamado la dimensión 89, donde llegan quienes han trascendido a su propia existencia y han tenido el desapego necesario como para torcer su propio destino. Un lugar donde cualquiera puede forjar su historia, siempre y cuando, este conforme con arriesgarse a perderlo todo y, en el peor de los casos, simplemente dejar de existir.
En los cuentos de la dimensión 89 se narran las historias de aquellos personajes que han roto con su historia original y han tenido la determinación de cambiar su destino, para quizás, alcanzar aquel anhelo por el que están dispuestos a jugarse la vida. Cada uno de los cuentos devela una característica de la dimensión, y entre todos, dan forma a este paradójico universo. - Biografía: Nació un nublado 10 de noviembre de 1983, en un hospital del que más gente salía con los pies por delante que caminando, en el anecdótico puerto de Valparaíso, Chile.Estudió en una escuela estatal de riesgo, de esas con letras y números en su nombre, donde sobran las buenas intenciones, pero siempre faltan los recursos. Su educación media fue en un liceo técnico profesional, donde poco aprendió de matemáticas o letras, pero sí que las amistades son incondicionales y pueden ser para toda la vida. Finalmente, terminó sus estudios a base de becas en una reconocía universidad técnica, donde entendió que, entre los muros de piedra, noches de estudio desvelado y más de un desafortunado traspié, siempre habrá una historia para compartir, contar y escuchar, sin importar lo complicada que fuese la situación económica, siempre estará esa historia que vale la pena recordar.
Y este libro es un primer intento por dejar claro que se ha puesto atención a la vida, y se ha tomado apunte de los momentos difíciles, para poder atesorarlos, añorarlos y colorearlos con una insólita imaginación. La paradójica dimensión 89 es el primer intento para dejar un testimonio de que se ha vivido.
Disponible en: Amazon, Agapea, Fnac, La Casa del Libro, Barnes&Noble, El corte inglés, Libros.cc
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