Buenos días, Raúl. Te damos las gracias por concedernos esta entrevista acerca de tu libro, Albada del viento, que ya está disponible para que los lectores puedan leerlo. Por lo que sabemos, es la primera vez que te lanzas a publicar una creación literaria. ¿Eres de los que sienten curiosidad, nervios o satisfacción, o un poco de todo? ¿Qué ha supuesto para ti verla concluida?
Curiosidad por ver la recepción de la misma y principalmente por descubrir si el lector disfruta de su lectura y se evade al universo “paralelo” que se plantea.
Tras leer tu novela y comprobar que el tema del título ha generado cierto debate. ¿Te gustaría aclarar qué motivaciones te llevaron a escoger ese y no otro? ¿Qué otras opciones hubo en tu mente antes de decirte?
Un juego de palabras con una canción que me gusta mucho, Albada, de J.A. Labordeta y títulos de novelas que me han encantado. Además, buscaba que la novela tuviera una combinación de varios elementos que me fascinan, uno de ellos la música.
Bajo nuestro punto de vista, el mayor valor de tu novela —sin menospreciar otros— es su osadía. La parodia sustenta buena parte del mensaje. ¿Por qué elegiste ese camino?
Quería contar una historia que encerrara en sí misma varios “juegos”, uno de ellos era reírme un poco (con o sin maldad) de los actuales libros de caballerías que consiguen ventas millonarias con historias surrealistas. Aparte de que me encanta la ironía, humor negro y el sarcasmo.
En relación con esa pregunta, nos encontramos con expresiones como esta a lo largo de la novela: «El cardenal, tan pronto lo vio, se adelantó para cogerlo, asemejándose a una parodia de Gollum y su tesoro en el Señor de los Anillos». ¿En tu vida real mantienes esta actitud tan cargada de humor? ¿Cuánto hay del Raúl real en el escritor?
Sí, sin duda, para mí el humor y la ironía son dos ingredientes básicos ante cualquier situación corriente.
¿Y en alguno de tus personajes? ¿Te has llegado a sentir identificado o sientes preferencia por uno u otro?
La verdad es que están inspirados en personas cercanas, quería que los personajes fueran “reales”, por lo cual la mejor opción era trasladar a personas conocidas a un relato de ficción (un juego similar al de Darren Shan con su saga).
Tus personajes tienen tanto recorrido en la novela que sus diálogos cobran un peso indispensable. A nosotros escribir diálogos con coherencia nos parece una de las técnicas narrativas más complicadas y tú la manejas de maravilla. ¿Cómo fue el proceso de composición?
Pues siendo sincero fue algo bastante espontaneo, iba escribiendo según las musas (alcohólicas o no) me iban susurrando. La idea general de la novela la llevaba desarrollada en mi cabeza hace tiempo, así que a partir del esqueleto iba escribiendo y dotando de músculos, piel y hasta ropa a la novela.
Toda buena parodia lleva consigo una crítica. La tuya, según mencionas, va dirigida sobre todo a los best seller. ¿Crees que no hay buenos libros súper ventas literariamente hablando? ¿De dónde nace ese sentimiento crítico?
No, claro que existen grandísimos libros que son best sellers, con los que disfrutas, te evades y hasta te absorben totalmente (como ejemplos, El nombre del viento o los de Ildefonso Falcones). Y luego otros que también son best sellers, pero que o no te los acabas, o simplemente te sientes un poco más “idiota” al terminarlo que antes de iniciar la lectura (cuando se supone que debería ser al contrario…).
El lenguaje que has empleado también nos ha parecido muy acertado, en el sentido de que es capaz de delimitar a uno u otro personaje y que, además, acerca al lector a la historia. Es decir, consigues cercanía y actualidad, y para ello no te privas al utilizar términos que en otros textos podrían considerarse desafortunados. ¿Piensas que la claridad prima sobre el discurso adornado? ¿Está esto ligado al objetivo global de tu obra?
Como decía un par de párrafos atrás (cómo pasa el tiempo) el objetivo es que fuera lo más “real posible”, así que utilicé lenguaje muy (muy) similar al que uso en el día a día.
Nos gustaría que nos hablaras un poco ahora sobre tus influencias, tus gustos literarios. ¿Qué géneros sueles tener más a mano?
Novela histórica, ciencia ficción, novela negra, comedia (como decían a Billy Wilder en una ceremonia del “tío Oscar”, yo creo en Sharpe y Prachett). Pero esto también va ligado a un gusto musical y cinematográfico muy variado. Los títulos de los capítulos, las canciones para acompañar el capítulo, las frases iniciales… Todo forma parte de ese “juego”. Quería que más allá de una novela fuera un compendio de pistas para que el lector navegase por otros océanos literarios, musicales y cinematográficos (y si con la novela descubre canciones, películas, etc., que le gusten, mejor que mejor).
La historia del manuscrito, argumento central, nos has parecido muy bien configurada e incluso nos ha recordado a alguna buena película. ¿De dónde surgió la idea?
Supongo que por generación cuasiespontánea de mis propios gustos. Siempre me ha interesado muchísimo la historia, la economía, la política y cómo pueden llegar a ocurrir sucesos tan asombrosos (y crueles) como el ascenso del nacionalsocialismo en Alemania.
¿Hay algún tema que quieras tratar con tus lectores antes de que demos por concluida la entrevista? Te dejo unas líneas para que puedas hacerlo y te doy las gracias por tu tiempo.
Simplemente que espero que disfruten de la novela, se evadan, les pique la curiosidad por saber más de determinados personajes y periodos históricos y todo ello con una buena banda sonora de fondo…
- Nombre: Raúl Vela Larraz
- Género: Acción y aventura, ficción histórica
- Bio: Raúl Vela Larraz nació en Zaragoza el 30 de noviembre de 1976. Diplomado en empresariales, MBA, Máster en Auditoría, Máster oficial en Dirección Financiera y Contable. Albada del viento es su primera incursión en el mundo literario
- Obra: Albada del viento
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